26 junio 2007

En medio del sueño de mi razón

Quiero barrer con mi dogmatismo liberal. Ése que, consciente o inconscientemente, solemos practicar quienes nos encontramos en esta economía "social" de mercado. Sin embargo, he aquí que tengo trabajos pendientes, fruto de mis dificultades para planificar, y nuevamente la flojera que quiere ganarme.

Tengo que acabar estas tareas. Y, sin embargo, una plácida pero terrible llamada al sueño me impide continuarlas. Aún está por verse si concreto esta amanecida...

La vieja búsqueda del filósofo de acceder a una esfera distinta del ser, mediado por esta condición humana a veces incontrolable, mediado por esta oscura ignorancia de mi propia naturaleza (1). Como admirador del espíritu revolucionario, no pretendo lograr este acceso para distinguirme de los demás (elevarme altanera, nietzscheanamente, por sobre todos), sino para poder realizar mejor mi servicio a la sociedad.

Esta tarea de fumigación de mi ser no es nada fácil. Aún hay mucha basura ideológica que desechar. La inserción en el mundo continúa, mientras sé que estoy a la zaga de las clases populares. Trataré de seguir su ejemplo...
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(1) Me niego a permanecer en la ignorancia, atribuyendo estos fenómenos internos a un "egoísmo esencial". No estoy para justificar esta situación sobre la base de mitos.

24 junio 2007

La supuesta no utilidad de la filosofía

Leo y releo el artículo de "Eurípides Mandeville" (seudónimo paralelamente trágico y liberal) sobre la a-utilidad de la filosofía (1), publicado en el blog del CEF, hace unos días. En líneas generales, su crítica al presunto subjetivismo de las posturas progresistas (su supuesta motivación a partir de un "sentimiento de marginación") es, en esencia, la crítica a las ilusiones pequeño burguesas de quienes piensan, como Comte, cambiar el mundo a partir de las ideas (2).

Está claro que es iluso querer cambiar el mundo con, por ejemplo, una canción. Y, por supuesto, también es iluso pretender tal cambio a través de la mediación de una super-ciencia, alejada de la vida real y de las circunstancias concretas del hombre, como pretendían hacerlo los positivistas. Sin embargo, en el balance, considero que la posición de "Eurípides Mandeville" no es la correcta. Y esto debido a lo siguiente: aniquilando la base metafísica de la comprensión positivista de la sociedad, no se borra lo real. Y lo real es necesariamente un motor de los temas filosóficos. Perteneciente a un contexto concreto, nuestra constitución ontológica se encuentra motivada por el suelo vital.

Esto, en términos marxistas, implica la necesaria relación entre conciencia y ser social. Entre el pensar y el ser, subrayando el ser. Pero también significa (en una consecuencia muy sencilla de entender para los no deterministas) que no es imposible hablar sobre la vuelta del pensar sobre el ser, y las posibilidades de modificación y transformación de éste por aquél.

La posibilidad de reflexionar filosóficamente sobre el cambio social, es concreta, tal vez la más concreta de las posibilidades del pensar. No hay filosofía sin praxis, y no hay praxis sin filosofía: la relación es bicondicional, tal como ya sugería Lenin (3).

Comprendo que el purismo de nuestro autor tiene el derecho de existir. No se puede desconocer esto, que es evidente. Sin embargo, ¿podría negarse que las ideas planteadas por "Eurípides Mandeville" se engarzan con un cierto autismo reflexivo? Por ejemplo, decir que no se desmerece la necesidad de los cambios, pero que la esencia de la filosofía va por otro camino (4). Dudoso, por decir lo menos, pensar una filosofía alejada de los intereses concretos de quien plantea la reflexión.

Me gustaría saber más de la posición de "Eurípides Mandeville" (5), y de su concepción de la praxis. Por el momento esto es lo que se me ocurre decir: no hay verdad sin aplicación de la verdad. ¿Alguna objeción?
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(1) "La a-utilidad de la filosofía", publicado por "Eurípides Mandeville" el 18 de junio de 2007 (http://boletincef.blogspot.com/2007/06/la-utilidad-de-la-filosofa.html).

(2) Es también, una crítica algo superficial al marxismo, con una caracterización errónea y fragmentaria, a partir de la tesis 11 sobre Feuerbach, del supuesto practicismo de esta concepción. Por razones de tiempo, reservaremos nuestra opinión al respecto para una ocasión posterior. Definitivamente el problema merece un tratamiento detallado, pero mis otras tareas a veces no me permiten desarrollar una reflexión más prolongada.

(3) "Sin teoría revolucionaria tampoco puede haber movimiento revolucionario" (Lenin, ¿Qué hacer?, I).

(4) El autor dice: "La necesidad de la filosofía trasciende a su pretendida utilidad. El llevar a la práctica las ideas filosóficas no es una tarea inherente a la filosofía. Esto no significa desmerecer y negar la necesidad de los cambios planteados por estos filósofos, sino pretende recordar la esencia (si cabe hablar de esencias) de la filosofía: 'la búsqueda incesante (e infructuosa) de la verdad' ".

(5) Secundariamente, me gustaría saber quién es realmente "Eurípides Mandeville". Sobre todo, teniendo en cuenta que el ocultamiento permanente no es una característica de los amantes de la verdad. Entiendo que el uso de un pseudónimo es el preludio de una progresiva manifestación de su identidad.

23 junio 2007

Nueva Junta Directiva en el CEF de la UNMSM

Entiendo que el ejercicio del poder implica un posicionamiento claro. En este sentido, se agradece que la actual Junta Directiva del Centro de Estudiantes de Filosofía de la UNMSM (CEF) haya explicitado algo: la concepción liberal que ponen en práctica sus miembros, y que esgrimen implícita o explícitamente (1).

Es evidente que en este caso deben esperarse contradicciones entre sus tesis, y entre quienes postulamos más bien una comprensión de la problemática universitaria desde el socialismo clasista (2). No hay por qué alarmarse con eso. La búsqueda que ellos hacen de un "adecuado ambiente de estudio", por suerte creo yo, no se está entendiendo como un ambiente aburguesado de cafetín, donde la decadencia cultural charlatanea y rumia ideas gaseosas. Entiendo que la intención es generar una apertura amplia a un debate responsable, en la línea del relativismo y pluralismo liberales. Sin embargo, esta intención tiene sus dificultades, que en su momento se señalarán.

En líneas generales, estoy seguro de que muchas cosas buenas deben surgir de las esperables contradicciones. De otro lado, la legítima actividad de las minorías comprometidas socialmente (los "elementos politizados", como se los suele llamar peyorativamente), enriquecerá la vida estudiantil de la Escuela. Uno de sus objetivos internos, creo yo, es luchar contra quienes los prejuzgan, difundiendo la idea de que son un conjunto de malos estudiantes (3). Además de impedir que la Escuela se convierta en el bastión de concepciones sectarias (esto último es una tarea de todos los sectores).

No está demás decir que la actual Junta Directiva del CEF merece felicitaciones por la elección, creo yo que reflejan el actual momento de nuestra Escuela. Por ello son dignos delegados. Sin embargo, desde la periferia debe plantearse constantemente que su reconocida dignidad no es obstáculo para emitir las críticas respectivas.
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(1) Véase “Política y universidad”, de Jorge Delgado (secretario de Asuntos Académicos del CEF 2007) en
http://boletincef.blogspot.com/2007/06/poltica-y-universidad.html.

(2) No se quiere decir con ello que todos los sectores opositores sean socialistas: de hecho, un nutrido grupo practica similares concepciones que la JD (liberales, socialdemócratas, social-cristianos y demás). En este caso, las contradicciones son de índole no antagónica y salen del marco de este análisis. De otro lado, es inútil hablar de los indiferentes: su apoliticismo los saca fuera del marco de toda propuesta colectiva viable.

(3) Creo que este prejuicio, enquistado en nuestra Escuela, se eliminaría recordando el contexto de pobreza educativa en el que estamos, causado por la crisis económica. Sería bueno que los distintos sectores reconozcan que, en realidad, la deficiencia académica es generalizada. De hecho, ello debe denunciarse (junto al indiferentismo y a la alienación de algunos estudiantes): pero nadie puede lavarse las manos, ni tirar una farisea primera piedra.

22 junio 2007

Mi proceso de desarrollo, en proyección...


Soy estudiante de filosofía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Este blog pretende ser, en parte, un reflejo de mis cambios internos, en el proceso de mi inserción progresiva al contexto de lo real. Lo que en la tradición progresista se llama alienación, eso es lo que voy superando poco a poco.

En primer lugar, me interpreto como un individuo formado en un ambiente ecléctico. Ecléctico he sido, pues. Una vocación por la pluralidad me impide, a veces, darme cuenta de los errores de filosofar en base a retazos.

Sin embargo, no soy pesimista. No soy una piedra, ni estoy en el vacío. Hoy por hoy trato de asumir una actitud de autocrítica constante, en busca de un mayor enraízamiento de mi ser-en-el-mundo (a drede utilizo esta terminología para mis fines, sin desconocer su esencia fascista, repudiando tajantemente a ésta).

En segundo lugar, me entiendo como parte de cambios más grandes, cambios por venir a escala estructural. No se necesita ser adivino: soy sólo un ser humano con alguito de conciencia. Mi condición de individuo no está en contradicción con mi ser social.

Mi dogmatismo liberal está en trance de ser barrido. También mi infantilismo de izquierda. Cierta autoridad estudiantil en mi escuela habla de dejarse de discursos panfletarios. Bien, pues. Comencemos. Fuera panfletos. Sentemos posición seriamente, sin máscaras pluralistas.