27 diciembre 2008

La masacre de Gaza y la hipocresía de los discursos conciliadores

Hoy, el Estado israelí ha cometido una atroz masacre contra el pueblo palestino. Inmersa en la lógica insana de la "guerra contra el terrorismo", ha cegado nuevamente cientos de vidas (según los reportes más recientes, hay 225 personas muertas y más de 700 heridas) de quienes sólo reclaman su reconocimiento como nación soberana, y la oportunidad de dar resolución autónoma a sus contradicciones internas.

Es alarmante –esto que escribiré es un lugar común, pero, al fin al cabo, necesario de recordar– que los gobernantes de un pueblo como el judío, que sufrió (en el marco de la segunda guerra interimperialista) los embates de la intolerancia étnica, emprendan ahora desangramientos de la misma naturaleza. Días atrás ya se conocía su negativa a aceptar que los palestinos reciban ayuda humanitaria, reforzando su estado de extremo hacinamiento y bloqueo económico a que los tienen sometidos las milicias israelíes.

Frente a esto, ¿qué pensar? Desde aquí simplemente quisiera recalcar que este hecho es una muestra más de que los discursos de pacificación y conciliamiento están demostrando, en la práctica, ser funcionales a objetivos de dominación fascista. Tienen el mismo potencial justificador de atrocidades que las tesis del "choque de civilizaciones" de Huntington (del que, a propósito, me acabo de enterar que ha muerto el último 24 de diciembre).

¿Alguien es capaz de comprender tamaño cóctel?: pedir el desarme de los grupos de liberación nacional, redactando manifiestos que piden proteger a las "víctimas" de la violencia estructural, y, simultáneamente, asesinar sin piedad a dichas "víctimas", para luego acusar de ello a la "intransigencia" de los colectivos organizados, a quienes se tilda de terroristas y fundamentalistas. Es un círculo vicioso que no creo que ni el más convicto y confeso heideggeriano sería capaz de negar.

Estoy mediado por sentimientos encontrados. Por un lado, vergüenza ajena y dolor; por otro lado, expectativa por el futuro. Hoy es un día de luto para el proletariado mundial, pero también una oportunidad para reflexionar en cómo salir creativamente de esta situación. Estudiar más las causas de estos conflictos, sin interés de inventar la pólvora, o de hacer borrón y cuenta nueva, como desean las élites dominantes de los países capitalistas. Las crisis del sistema no se superan con discursos sobre la injusticia, si estos no generan salidas prácticas y viables, basadas en una comprensión de las regularidades más generales del devenir histórico.

La historia sigue su marcha. Lo de hoy ha sido una ofrenda más que los pueblos del mundo dejan en favor de otro mundo posible.


Protesta en Lima contra el ataque sionista a Gaza
(30 de diciembre de 2008)

15 diciembre 2008

El desprecio de los pueblos hacia la opresión

¿Qué les parece esta imagen, muestra de todo el repudio a la política de George Bush? Esto se ha dado ayer, cuando al presidente estadounidense se le ocurrió dar una visita sorpresa a Irak, la última víctima de las expoliaciones del imperialismo capitalista. Un periodista no soportó la indignación de tamaño desparpajo y le tiró sus dos zapatos, y además le gritó, con su voz vuelta la de todo un pueblo "¡esto es un regalo de los iraquíes, un beso de despedida, perro".

Al valiente periodista deben estarle dando un buen "escarmiento", aquéllos que piensan que la contraviolencia es "terrorismo" y, "preventivamente", deben estar interrogándolo para saber si tiene vínculos con Al Qaeda, o cualquier otro grupo inventado por Estados Unidos para tener algún pretexto para sus invasiones.

En mi opinión, esta no es solamente una muestra de rechazo a la política de Bush, sino al históricamente despiadado intervencionismo estadounidense. Las esperanzas de que Obama cambie eso son nulas. Tal vez maquillará en algo lo que el ontológicamente estúpido de Georgie ha hecho, pero su imperialismo decadente seguirá. Sin embargo, como dice la canción de los Iracundos:

El mundo está cambiando
y cambiará más.
El cielo se está nublando
hasta ponerse a llorar,
y la lluvia caerá...
luego vendrá el sereno.

Hay que ser optimista respecto del despertar y la fortaleza de los pueblos. Aquí una humorada sobre el tema. Una "traducción" del hecho mencionado:

10 diciembre 2008

Próximas tareas: un nuevo año se viene

Voy planificando mis actividades docentes para el próximo año. Siempre es bueno adelantarse un poco al futuro, bajo ciertas condiciones de probabilidad.

En medio de esta crisis del capitalismo, que tanto revuelo está causando últimamente, retomé hace algunos días el dictado de aulas, luego de un prolongado plazo. Los ideales de la juventud siempre son un buen medio para rectificar concepciones metafísicas de la realidad, y comprometerse a formar sus inteligencias en pro de liberarlos del conformismo.

Desean progresar. Quieren mejorar sus condiciones de vida. Aspiran a despegarse la opresión de sus vidas. Mientras tanto, delincuentes de saco y corbata buscan salvar su pellejo pidiendo grandes subvenciones a los Estados, bajo el pretexto de defender la empleabilidad de esos jóvenes. Simple pretexto para parchar las consecuencias de su canibalismo económico.

¿Cómo mostrarle a la juventud esta realidad, sin lastimar torpemente su susceptibilidad, derivada de su formación individualista? Gran tarea que se nos presenta a todos los que estamos en la docencia, y con mayor razón para los que tratamos de desarrollar su capacidad crítica, y no darles mera información.

¿Cómo ayudar en la transformación de sus vidas, y sin que ello implique llenar su cabeza de afirmaciones dogmáticas o panfletarias? Reconozco mis limitaciones, mi relativa insuficiencia para comprender su psicología. Mi entusiasmo es superado, en algunos casos, por mi falta de conocimientos concretos sobre la realidad.

Sin embargo, un sentimiento de solidaridad me llama a capacitarme más, a cubrir la ausencia de ciertos talentos con mucho sudor y trabajo. Al fin y al cabo, es necesario despojarse de las teorizaciones excesivas y continuar con el esfuerzo por construir en la práctica un nuevo mundo posible.

04 septiembre 2008

Retomando el camino


Este medio año ha generado las condiciones para que puedan reasumirse algunas tareas. Entre ellas, la de este blog.

Debo reconocer que las actividades prácticas son muy absorventes, y tienen la propiedad de bloquear transitoriamente un pensar explícito. Sin embargo, las sucesivas experiencias (que no son sólo mías) van generando cúmulos prerreflexivos, que sirven de materia prima para estructurar, en momentos de aparente calma, una teoría renovada.

Y, bueno, durante estos días, donde uno ha llegado a enfrentarse hasta a la muerte (o a la conciencia de ella y de su realidad esencial) he salido con un saldo positivo, dado que a pesar de las duras circunstancias, no he reforzado las actitudes "existencialistas" que algunos compañeros me critican (y que obviamente yo también reconozco y me autocritico). Incluso, mi espiritualidad cada vez más laica y materialista ha provocado que me vaya desprendiendo de preocupaciones inútiles, y que evite reducir todos los temas posibles a mi singular subjetividad, o a una concepción angustiocéntrica.

Cada vez obtengo más certeza de que el mundo está condicionado por factores materiales y concretos. En este contexto, me reafirmo en la práctica del pensamiento crítico, esperando en lo venidero generar condiciones para que, a su vez, pueda aportar un poco más.

20 marzo 2008

Mariátegui y su proceso de desarrollo

Inicio aquí una serie de reflexiones sobre Mariátegui, revolucionario peruano, inspirador indiscutible del proceso de transformaciones sociales que tiene nuestra sociedad. Sobre todo teniendo en cuenta que el gobierno actual, cuya tendencia fascista es innegable, ha llegado al extremo de arrestar a personas sólo por el hecho de ser progresistas, o participar de reuniones antiimperialistas.

Ya desde la época de Mariátegui se vivía esta realidad, estudiada y enfrentada por este individuo genial, de sensibilidad increíble, que no rehuía a las emociones políticas, a pesar de sus iniciales dificultades teóricas, que él nunca negó.

Es por eso que, para resaltar lo planteado en el párrafo anterior, en Mariátegui debe atenderse también a su proceso de desarrollo, del cual era consciente y que no ocultaba para investirse de tener una "pureza ideológica". Su "marxismo convicto y confeso" no era cuestión de palabrerías ni clichés: sus discursos estaban premunidos de un constante amor a la verdad, y de aplicar sus descubrimientos a su praxis individual y colectiva. En este proceder, aprendía de sus errores de enfoque para potenciar una concepción correcta de nuestra realidad.

Mariátegui asumió comprometidamente la necesidad de la transformación social. El pueblo necesita ser organizado, y en dicha organización infundirles la conciencia revolucionaria. Su proyecto en el Partido Socialista, culmen de su vida y de su entrega al proletariado mundial, así lo reafirman.

Quisiera subrayar a este respecto que su actitud en este horizonte fue, ante todo, filosófica. Sus indagaciones y su praxis estaban encaminadas a develar la verdad de nuestro tiempo, de una manera totalizadora, radical y trascendental. Sin esta actitud básica no pudo haber elevado su reflexión particular a teoría objetiva sobre la realidad nacional, en el contexto mundial.

Considero, en conclusión, que es menester hoy por hoy, en un contexto de agudización del fenómeno de la alienación social, subrayar el proceso de cambios por el que pasó Mariátegui, y que finalmente lo llevó a asumir de manera clara y contundente la concepción del mundo ligada a la ciencia. La socialización de este conocimiento, en un lenguaje que refleje los hechos de hoy, infundiría en el pueblo nuevos elementos para seguir su lucha contra el neoliberalismo y por la transformación de la sociedad actual.

Las próximas entradas se profundizará más en este aspecto.

06 febrero 2008

Por ahora no más autobiografía

Por diversas razones, dejo para un momento posterior (tal vez muy posterior) mis apuntes autobiográficos. Mis tareas actuales no dan tiempo para reflexionar sobre aspectos de mi vida personal. No es timidez ni vergüenza, es algo imperioso.

De otro lado, la otra vez leía en un diario limeño, que los blogs no son simples ejercicios de exposición de cuestiones subjetivas. Que lo que debería ser escrito como producto de mucho tiempo de pulido, muchas veces, por la lógica inmediatista de la internet, termina siendo publicado de manera muy deforme. Buen punto. Es importante no dejarse arrastrar por esa lógica caótica.

Habrá un mejor tiempo para reflexionar concienzudamente sobre mi pasado. Las responsabilidades ante un colectivo son mayores que los proyectos individuales, pues los primeros incluyen a éstos.

Para concluir: recordar el viejo dicho primero vivir, después filosofar. Espero que pronto hayan mejores condiciones. Mientras tanto, uno trabaja para la transformación de su entorno. En la práctica se verá que el presente blog va plasmando una mejor orientación.

03 enero 2008

Cortinas de humo

Me sorprende que nuevamente vuelvan a salir por los medios, ávidos de tapar la reciente subida de precios de los productos de la canasta básica, el viejo cuco del terrorismo. Supuestamente, en algunos colegios se imparte el marxismo. Eso es lo que ha "denunciado" un diario local de derechas. "Por lo tanto -razonan descocadamente algunos periodistas- nuevamente se está promoviendo la violencia subversiva entre los niños". Horror.

Son tontas, tremendamente tontas las maneras de razonar de la derecha. Una ideología netamente excluyente, promotora de un pensamiento único embrutecedor, incapaz de mirar más allá del propio ombligo pudiente.

En realidad, ninguna propuesta de pensamiento único es aceptable. La ciencia es ciencia, más allá de etiquetas. Pero si en algún colegio se tematiza la realidad, y coincidentemente los planteamientos convergen con los del marxismo y su metodología, ¿qué con ello? Mientras no se encubra la realidad, los maestros siempre harán un gran servicio al pueblo, utilizando todos los recursos científicos para comprender y transformar el mundo.

Hace algunos meses, se hacía un cargamontón con la visita de la actriz norteamericana Cameron Díaz al Cusco, por el solo hecho de llevar un bolso que llevaba una estrella y caracteres chinos con la popular frase maoísta: "servir al pueblo...". Al día siguiente los medios empapelaban los kioskos: "se hiere la susceptibilidad de los peruanos", por el "censurable acto" de aludir indirectamente a la guerra interna de los ochentas. La pobre actriz no tuvo más remedio, en su ignorancia de nuestro pasado reciente, que pedir perdón, sin saber muy bien por qué.

Y hoy día sale el máximo dirigente del SUTEP diciendo "hay que ser ciegos para no reconocer que en el magisterio hay posiciones extremistas". Además (y esto se vió en un canal de cable), mostró supuestos documentos de asistencia de los maestros denunciados, argumentando que ellos, en realidad, habían dictado clases comunes y corrientes (del tipo "las cuatro estaciones del año"). Desmentida innecesaria.

¿Por qué seguirle el juego a oportunistas y creadores de angustias, legitimando implícitamente su mentalidad conservadora? Se ha hecho de sentido común el asumir como sinónimos terrorismo y marxismo. Por ejemplo, un obrero que en su indignación reclama por el abuso de sus patrones es, "indudablemente", un cómplice de los "terroristas que quieren liquidar al pueblo peruano". Falacia evidente.

Ese sentido común ha sido asumido por aquel dirigente del SUTEP, él ha caido en la trampa. Por eso su afán por deslindar con la enseñanza del marxismo en la escuela.

La obra de una pedagogía liberadora es transformar el sentido común, luchar contra la marea mediática que niega que otro mundo es posible, y no caer en el juego de alinearse con los que promueven cortinas de humo, resignándose a impartir discursos conformistas.

Sobre todo, hay que superar la concepción de que la ciencia es imparcial y neutral. Somos parciales, porque estamos a favor de un cambio de la realidad de manera científica. No nos conformamos con el orden social presente, pero tampoco recurrimos a métodos anarquistas e improvisados. No nos pudrimos en el establecimiento, pero tampoco fungimos de alquimistas. No nos horrorizamos de las contradicciones de nuestra sociedad, más bien buscamos superarlas y elevar las estructuras a un nuevo nivel de desarrollo. Pero tampoco vivimos de buenas intenciones...

Es bueno comprender el mundo, pero sobre todo hay que transformarlo. Además, sin teoría revolucionaria no hay movimiento revolucionario. Estas son verdades clásicamente planteadas por pensadores marxistas. Si son verdades (por innumerables razones), entonces no veo problema en asumirlas. Asumo algunas verdades descubiertas siguiendo el método marxista. ¿Soy terrorista? ¡Ja!