22 noviembre 2009

Las paradojas de la tolerancia: un ejemplo práctico

Se equivocan los que consideran que ser tolerante tiene, necesariamente, un "efecto dignificante" para el ser humano. Yo lo vincularía más a una actitud de indiferencia frente a una problemática concreta, actitud que ciertamente puede llegar a ser inmoral. Por ejemplo, ser tolerante frente a la injusticia social no me dignificaría, sino que me degradaría.

No tiene sentido, pues, volverse un predicador de la tolerancia por la tolerancia misma. La tolerancia es siempre relativa, nunca absoluta ni valiosa por sí misma. La práctica de la tolerancia no debe hacer perder los principios de acción para transformar la sociedad.

Las fotos que incluyo al final de este post, sirven como ejemplo práctico de lo escrito líneas arriba. Fueron tomadas hoy (gracias al teléfono celular de mi hermano, David Ramos) en el barrio en el que vivo, Salamanca de Monterrico, que pertenece al distrito limeño de Ate. Desde hace cuatro meses han ido proliferando pintas neonazis en sus principales calles. Y nadie ha hecho nada por denunciarlas. Lo grave es que las propias autoridades locales tampoco han hecho nada para borrarlas o investigar quiénes son sus autores.

No importa que los que hayan hecho esas pintas sean delincuentes comunes (algunos indicios apuntan a esa conclusión). Lo que preocupa es que los vecinos de Salamanca, desde hace varias semanas, parecen coexistir "pacíficamente" con estos símbolos fascistas. La tolerancia, entendida como valor absoluto, se abraza aquí con la indiferencia, y refleja una fuerte anomia en este sector de la sociedad limeña, como muestra estadística de lo que ocurre en el resto de la ciudad.

Recuerdo que, cuando me enteré de la existencia de estas pintas, expresé mi indignación en una entrada de mi cuenta de twitter. Lamentablemente, poco pude hacer aparte de esto. Pero, definitivamente, no puedo seguir siendo "tolerante" frente a esta situación. Creo que, ahora que estoy a punto de mudarme al populoso distrito de San Juan de Lurigancho (donde iniciaré mi vida matrimonial), lo menos que podía hacer era publicar este post. Aquí las fotos:


Pinta en la Av. Terpsícore 140, a cuatro lotes de mi casa


Pinta en el cruce de la Av. Separadora Industrial con la calle Plutón

Pinta en la calle Hefesto 570, junto a un mercadillo de la zona

Pinta en el cruce de la cda. 9 de la Av. Los Quechuas con la Av. Terpsícore, cerca del
templo católico "Nuestra Señora de la Esperanza" (que, en la imagen, está al fondo)
Pinta en el cruce de la Av. Euterpe y la calle Atenea, a poca distancia
del "Mariscal Toribio de Luzuriaga", colegio público donde estudié


Pinta en el cruce de la Av. Terpsícore con la calle Amotape. Nótese
como el carro de vigilancia pasa sin darle mayor importancia a esos símbolos

Pinta en la Av. Los Quechuas 1401, cerca del cruce con la
Vía de Evitamiento, una de las autopistas centrales de Lima


Pinta en el cruce de la Av. Los Quechuas con la Vía de Evitamiento,
en una caseta del servicio de vigilancia del distrito de Ate